
Luego de graduarme de un Bachillerato en Química Industrial, trabajé en diferentes industrias farmacéuticas en el Departamento de Control de Calidad.
Trabajé todos los turnos de trabajo. Así que sé lo que es trabajar en un horario de 8 a 5pm pero también el de 4 am a 1pm, el de 10 pm a 6 am, en fin, de todos!
Y también viví por mucho tiempo la incertidumbre en cada fin de mes, al no saber si me renovarían el contrato un mes más. Creo que esto era lo peor. Al ser trabajos temporeros no sabía cuando me iba a quedar sin trabajo. Y de hecho, en dos compañías me tuve que ir porque cerraron!
Hasta que dije, no más!
Ya yo tenía mi hobby con los productos para el cuidado de la piel, así que dije, “Ya es tiempo de que esto sea mi trabajo!”
Desde entonces hasta este escrito han pasado cerca de 6 años, en los que me he dedicado de lleno o “full time” a mi negocio Arinay. Comencé en la cocina de mi mamá siendo soltera, luego en mi propia casa en el cuarto más pequeño que había, luego me moví a la marquesina de la casa. Y de ahí lo mudé a un apartamento. Próximamente estaré en mudanza nuevamente y ya veremos hasta donde llegaremos…
No ha sido nada fácil. Sorry, si querías que te dijera que sí. No es fácil porque primero es necesario que tu cambies tu mentalidad. Estamos acostumbradas a recibir paga o nuestro cheque de cobro, los días 15 y 30, cuando tenemos un negocio no ocurre así. Hay momentos de dificultades y eres tú quien tiene que resolverlos como la dueña del negocio. Hay días que no se vende, aunque claro hay otros que sí.
Pero en estos años he vivido experiencias muy gratificantes, he aprendido muchísimo y he visto cuan resiliente y fuerte soy.
Hoy quisiera decirle a todas que Sí, que se atrevan a emprender desde su hogar. Que nos da miedo, sí. Que te causa duda, sí. Que puede variar, sí. Pero, ¿Qué puedes perder? El no saber que pasará.
Te comparto algunas razones por las cuales considero que es una buena decisión:
1. Tiempo con tu familia
Si eres mamá como yo, entenderás cuando digo que nuestros hijos o nuestra familia son la prioridad. El estar en casa con ellos y no perderme ninguna de sus etapas de crecimiento para mí es de mucho valor. Cuando tuve a mi primera hija, trabajaba en una compañía y por eso valoro tanto el estar presente en la vida de mis hijos. El no tener que ver en video esas primeras palabras de mi hijo como me sucedía con la nena.
El tener esa flexibilidad para manejar tu tiempo para trabajar y también estar con ellos. Vale la pena.
Flexibilidad para elegir que días y que horas vas a trabajar. Porque hay que trabajar! No estamos en casa para descansar, pero tenemos la oportunidad de ser flexibles con nuestro horario y hacer un balance.
2. Haces algo que te apasione
Si lo que haces te apasiona no sentirás la carga abrumadora de tener que trabajar. Trabajas con alegría, con esmero, con amor y eso se nota en el resultado de tu producto o servicio.
Realmente no sentirás ni que es trabajo! Los lunes dejarán de ser pesados. Y los viernes ni te das cuenta que llegaron. Porque amas lo que haces, lo disfrutas. A mi me llena de gran satisfacción el crear un producto con mis manos y que sea de bendición a una familia.
3. Descubres de cuanto eres capaz
Al trabajar desde casa te enfrentarás a retos, pero tu misma pasión por lo que haces te hará lograr cosas que jamás pensaste hacer. Te das cuenta en que áreas necesitas mejorar y buscas la manera de aprenderlo o crecer. Así descubres nuevas habilidades que puedes incorporar a tu negocio.
Enfrentas y vences tus miedos, obstáculos, estancamientos, envidias, y mil cosas más, que te hacen ser más fuerte cada vez. Si realmente deseas dedicarte a trabajar desde casa o tu propio negocio, no importa lo que pueda venir, lo vas a enfrentar con valentía y lo vas a vencer.
En el 2017 en Puerto Rico sufrimos el embate del Huracán María, vivimos un tiempo muy difícil para todos. No había comunicación, no tuvimos energía eléctrica por 9 meses. ¿Y como sobrevive un negocio como el mío que depende del internet y de la energía eléctrica al 100%? No lo sé, pero nunca cerré mi negocio y nunca me faltó nada. ¿Me sentaría a llorar o buscaría la manera de seguir trabajando?
Batía las cremas y los jabones con una extensión de una planta que no era mía y que solo podía usarla en ciertos momentos. Recuerdo el día que dije “bueno no tengo manera de comunicarme con ninguna clienta, pues me voy a ver si las consigo” . Me lleve productos con la fe de encontrarme a alguien. De Humacao hacia San Juan y créeme cuando te digo que en el mismo expreso me pararon clientas a comprarme productos.
Realmente pasé mucho trabajo pero jamás me detuve.
4. Cumples sueños o metas
Cuando emprendes desde tu casa puedes tener la oportunidad de lograr tus sueños y metas. O posiblemente sean sueños que Dios te ha regalado para cumplir y no estaban en tu plan. (como lo hizo conmigo)
Pero puedes llevar tracking de esas metas mensuales, trimestrales o anuales. Y sentirte orgullosa de tus logros y esfuerzos. Pasos pequeños que te llevan a una gran meta.
En otro momento te hablaré de que necesitas para emprender desde tu casa, pero por ahora te puedo decir que para mí ha sido lo mejor y te lo recomiendo.
Si estás aquí es porque emprendes desde tu hogar o estás contemplando la idea de hacerlo. Si es así, escríbeme un comentario acerca de lo que haces o lo que te gustaría emprender desde tu casa. Si tienes preguntas, puedes enviarme un mensaje también.
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