Una mujer de fe espera la promesa

Una mujer de fe espera la promesa

Una de las cosas más desesperantes que vivimos es Esperar.

Vivimos en una sociedad donde todo tiene que estar listo rápido. Nuestros hijos quieren todo rápido. Les da hambre y quieren la comida ya. Quieren el juguete ahora. Y nosotras somos expertas en hacer muchas cosas a la vez, rápido.

Pero Dios no es así. Su tiempo no es como el nuestro. Y hay momentos en los que la respuesta a una oración nos hace esperar. Y es algo que no nos gusta para nada! Pero debemos entender que Dios no es un mago, ni un hada de cuentos para conceder deseos.

Dios es Dios. Y hay veces que aunque hemos orado, aunque tenemos una promesa dada por Dios, tenemos que esperar para verla cumplirse.

Esta visión es para un tiempo futuro. Describe el fin y este se cumplirá. Aunque parezca que se demora en llegar, espera con paciencia, porque sin lugar a dudas sucederá. No se tardará.

— Habacuc 2:3 NTV

Que hermoso este verso que encontramos en la Biblia en el libro de Habacuc. Yo también he experimentado la espera que desespera. Quizás has estado orando por algo en especifico. Cargas una promesa de Dios pero aún no ha sido materializada, aún no la ves. Sé lo difícil que es.

En la espera podemos experimentar un sin número de emociones. Por ejemplo, agotamiento, frustración, desesperanza, negación, coraje, duda, y más. Pero te quiero hablar de 3 cosas que una mujer de fe que esta en la espera de su promesa debe aprender.

  1. Nunca es tarde

En otras versiones de Habacuc nos dice de esta manera “Aunque la visión tardará aún por un tiempo...” Aunque parezca que se demora no lo es. Nunca llegará tarde. Llegará en el momento indicado. Cuando estés lista para recibir tu promesa.

Imagínate esto, si tienes hijos pequeños y le das tu carro para guiar, sería buena idea? Para nada! No saben guiar, ni lo pueden hacer. Y de hacerlo, sería un accidente hasta mortal para ellos. Pero si tu hijo ya tiene quizás 18 años y va para la universidad? Un carrito sería una buena ayuda.

Así mismo hay veces que anhelamos cosas pero aún no estamos listos para recibirlos. Si lo recibimos ahora, sería hasta mortal para nosotras. Pero en la espera crecemos, maduramos, aprendemos, y nos preparamos para poder recibir lo que tanto esperamos. Aprovecha la espera.

2. Se paciente

Espera con paciencia..” Losé. Es difícil ser paciente. Pero en la espera desarrollamos ese fruto del espíritu que es la paciencia. Esa paciencia nos lleva a bajar los niveles de ansiedad que la espera nos puede provocar. Esperamos sin desesperarnos, sin perder el control ni la esperanza. Es aquí cuando no nos rendimos o “tiramos la toalla”

La paciencia revela nuestra confianza en Dios. Si sientes que te falta la paciencia, pídele a Dios que te ayude a desarrollar y fortalecer esa área de tu vida. Pero la espera trae bendición, trae recompensa. No abortes el plan de Dios para tu vida por falta de paciencia. Permanece fiel aunque el tiempo siga corriendo.

Cuantos ejemplos podemos encontrar en la biblia de personas que tuvieron que esperar sus promesas. Abraham y Sara, Ana, José, y hasta el mismo Jesús.

3. Créelo

“.. sin lugar a dudas sucederá

Una mujer de fe cree en las promesas de Dios. Mientras espera, aunque no pueda ver, sabe que Dios esta obrando y colocando todo en el orden perfecto. Una mujer de fe mientras espera no duda que Dios cumplirá su Palabra. Créele a Dios y permanece fiel.

Mucha gente se “cuelga” en el examen de la espera. Sin entender que están cerca de ver cumplida su oración o su promesa. Nuestra fe es probada. Anhelo que todas salgamos aprobadas. Mientras me lees afirma tu fe, se paciente, y créele a Dios. Si Dios lo dijo, se cumplirá. ¿Como? ¿Cuando? No lo sé, pero sé que se cumplirá. Permanece fiel.

Un abrazo, Yanira

Diseño por mi para Inspiraciones Designs

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