Una mujer de fe Sueña

Una mujer de fe Sueña

Los planes de Dios siempre son mejores que los nuestros. Cuando vamos creciendo siempre nos preguntan “¿Qué quieres ser cuando grande?” y desde ya nos vamos haciendo la idea de como será nuestro futuro. Cuando terminamos la escuela ya debemos saber que haremos, que estudiaremos, en que lugar, etc para cumplir ese sueño o esa meta que tenemos.

Pero… ay! estos peros de Dios, son tan hermosos!

Pero cuando Dios interviene en tu vida, hasta tus sueños los cambia por unos mejores! Dios es un Dios de propósitos, por lo tanto yo como hija de Dios, debo vivir mi vida llena de propósitos también!

Puedes hacer todos los planes que quieras, pero el propósito del Señor prevalecerá

Proverbios 19:21

Una mujer de fe debe tener sueños, debe tener metas y propósitos en su vida. El mismo Dios los deposita en ti y confía en que los sabrás utilizar.

En muchas ocasiones no sabemos cual es ese propósito en nuestra vida. Pero muy dentro de ti sabes que no estas caminando en lo que Dios diseño para ti. Lo podemos saber cuando tenemos una incomodidad que posiblemente no logramos identificar.

Soy testigo de como Dios cambia y transforma nuestras vidas. De como el deposita sueños que jamás pensamos que tendríamos. Y luego nos capacita para lograrlos. Es importante entender, que no necesitas tener todas las habilidades, ni todas las herramientas, ni todo el dinero para poder lograr aquello para lo cual fuiste llamada.

En tu caminar con Dios, iras obteniendo todo lo que necesitas para lograrlo.

¿Cómo comienzas a caminar en el sueño de Dios para tu vida?

Creyéndolo.

Tu primeramente necesitas creer que Dios tiene planes de bien y no de mal para tu vida. Además Dios quiere que tengas una vida abundante, que no solo se trata de dinero, por si acaso, una vida plena en todas las areas.

Como identificar el sueño de Dios para tu vida:

  • Ora: No podemos lograr nada sin su dirección. Y nunca podemos dejar de hacerlo.
  • Sientes paz al hacerlo, o decidirlo
  • Esta alineado a su Palabra
  • Busca confirmación de Dios

Si el sueño que tienes no te asusta, es que no viene de Dios. Que fuerte! Sí, porque Dios quiere mostrarte que no se trata de ti, si no de El. Que no es con tus fuerzas, si no con las de El. Que no es tus capacidades si no quien eres en El.

Trabaja para lograrlo. Mantente firme. Dios te guiará. Te abrirá puertas, pero permanece fiel.

Puede que sea una profesión, un ministerio, un negocio, una habilidad, lo que sea que Dios haya depositado en ti, desarróllalo. Una mujer de fe cree en Dios y en sus propósitos.

Vive con propósito. Vive soñando. Vive con fe.

Te comparto el sueño que Dios me regaló, presiona Arinay para que conozcas nuestro trabajo. Por mi mente nunca paso la idea de ser dueña de un negocio. Fui educada para tener un trabajo en la empresa privada, y pensaba que mi sueño era ser Farmacéutica. Pero ese no era el plan de Dios para mi vida.

Hoy en día se con toda seguridad que fue Dios quien puso en mi el sueño de ser empresaria, y de tener un ministerio enfocado en la mujer y familia. No ha sido mi invento, no ha sido por mis habilidades si no porque he decidido aceptar y vivir los sueños de Dios para mi vida.

Un abrazo,
Yanira

El sueño empresarial que Dios me ha entregado.
Diseño de taza creado por mi para Inspiraciones Designs
Una mujer de fe ora

Una mujer de fe ora

Una mujer que ama a Dios es una mujer de oración.

Si amas a Dios, la oración tiene que ser fundamental en tu vida. Y no es algo que haces por obligación, no es algo que hacer por cumplir con tu iglesia. Es algo que nace de tu corazón.

Cuando oramos estamos reconociendo que no puedo hacerlo sola. Y no me refiero a que sea incapaz o que sea menos que otra persona. Me refiero a que reconocemos que somos dependientes de Dios en todas las áreas de nuestra vida.

Y soy dependiente de Dios por elección o por decisión. Porque sin Dios en nuestra vida, nada somos, nada podemos hacer.

…pero si uno de ustedes se separa de mi, no podrá hacer nada.

Juan 15:5 (TLA)

La oración me hace tomar mejores decisiones, por lo que transforma y restaura nuestra vida. La oración no cambia a Dios, el sigue siendo Dios. La oración me cambia a mí.

Segundo, al orar, le entrego todo a Dios, mis ansiedades, preocupaciones, deseos, sueños, etc

 No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos. 
Así Dios les dará su paz
 Filipenses 4:6-7 (TLA)

Nosotras las madres siempre tenemos mucho que hacer, en realidad nunca nos detenemos de trabajar. Y esto puede traer a nosotras exceso de ansiedad y preocupaciones. Que pueden causar otros efectos en nuestra salud, en nuestra familia, en nuestro humor y demás. Pero cuando oramos y le decimos a Dios como nos sentimos y le entregamos todos esos sentimientos, él nos llena de su paz. Una paz que no entendemos pero que proviene de él.

Tercero, sé que Dios escucha mi oración y tendré respuesta a su tiempo.

Y así como sabemos que él oye nuestras oraciones, también sabemos que ya nos ha dado lo que le hemos pedido.

1 Juan 5:15 (TLA)

Ninguna oración es al aire. Podemos tener la seguridad de que Dios esta atento a nuestro clamor. Pero sus tiempos nos son nuestros tiempos. De esto hablaré más en detalles en el post Una mujer de fe espera.

Te quiero compartir algunas cosas que los pastores escuchamos a menudo sobre la oración y quizás te puedas identificar con alguno o algunos de estos:

Es que no se porque cosas orar

Por todo!! Esto es una de las preguntas comunes que podemos encontrar a la hora de orar. No sabemos ni que orar. Cuando en realidad debemos orar por todo y en todo tiempo. Aquí te menciono algunos ejemplos aunque en otros post entraré más en detalles.

Ora por tu esposo o pareja, por tu hijos, por tu trabajo o el de tu esposo, por tu familia, por salud, por cada decisión que tengas que tomar, al levantarte, al salir, al acostarte.

Por ti misma, por tu corazón, para que puedas escuchar su voz y conocerle más, para que cada día te conviertas en una mujer conforme a su corazón, para que Dios te de sabiduría al criar a tus hijos. En fin, por todo!

“Es que me da sueño cuando oro”

Para orar no necesitas estar en cierto lugar ni en cierta posición, ni tan siquiera con tus ojos cerrados. Orar es hablar con Dios y el esta contigo donde quiera que vayas. Así que puedes orar en tu carro, en la ducha, mientras lavas los platos o doblas la ropa, en fin, en todo tiempo. Es ese gran amigo que siempre esta contigo para escucharte.

“Es que yo no sé orar”

Esto esta fundamentado en el error que cometen muchas personas en las iglesias de utilizar palabras rebuscadas a la hora de orar. Una oración no es mejor que otra por su palabrería. Dios mira el corazón. Háblale como tu eres y como hablas con cualquier persona. Pero háblale. El esta esperando oírte. Mientras más lo hagas en privado mejor lo harás en público. Esa es la clave.

“Realmente no tengo tiempo ni para orar”

Ya te mencioné que puedes orar en cualquier momento y lugar. Házlo en el tapón de camino al trabajo o de regreso a casa. Mientras tomas una ducha. El tiempo que te tomes tampoco determina si Dios te escuchará o no. Si me estas leyendo y quisieras comenzar a orar, hazlo con poco, lo importante es hacerlo. Pero mientras lo hagas todos los días, iras sintiéndote más cómoda y luego ya será parte de ti.

Así escuchamos a muchas dar excusas para no orar. Hoy puedes decidir hacer algo diferente y comenzar una vida de oración. Una mujer de fe necesita orar.

Si hoy comienzas a orar quiero que luego me cuentes como ha sido tu experiencia. Si ya eres una mujer de fe, escríbenos en los comentarios “tips”o ideas para hacerlo.

A mi me gusta siempre tener libretas, papeles y bolígrafos de colores para anotar y por eso he diseñado este Diario de Oración (presiona el enlace) que puedes escribir tanto virtual desde tu computadora o teléfono aunque también puedes imprimirlo y crear un Diario o Journal personal de oración.

Si te gustó, compártelo!

Colección Ora. Espera. Confía

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Una mujer de fe espera la promesa

Una mujer de fe espera la promesa

Una de las cosas más desesperantes que vivimos es Esperar.

Vivimos en una sociedad donde todo tiene que estar listo rápido. Nuestros hijos quieren todo rápido. Les da hambre y quieren la comida ya. Quieren el juguete ahora. Y nosotras somos expertas en hacer muchas cosas a la vez, rápido.

Pero Dios no es así. Su tiempo no es como el nuestro. Y hay momentos en los que la respuesta a una oración nos hace esperar. Y es algo que no nos gusta para nada! Pero debemos entender que Dios no es un mago, ni un hada de cuentos para conceder deseos.

Dios es Dios. Y hay veces que aunque hemos orado, aunque tenemos una promesa dada por Dios, tenemos que esperar para verla cumplirse.

Esta visión es para un tiempo futuro. Describe el fin y este se cumplirá. Aunque parezca que se demora en llegar, espera con paciencia, porque sin lugar a dudas sucederá. No se tardará.

— Habacuc 2:3 NTV

Que hermoso este verso que encontramos en la Biblia en el libro de Habacuc. Yo también he experimentado la espera que desespera. Quizás has estado orando por algo en especifico. Cargas una promesa de Dios pero aún no ha sido materializada, aún no la ves. Sé lo difícil que es.

En la espera podemos experimentar un sin número de emociones. Por ejemplo, agotamiento, frustración, desesperanza, negación, coraje, duda, y más. Pero te quiero hablar de 3 cosas que una mujer de fe que esta en la espera de su promesa debe aprender.

  1. Nunca es tarde

En otras versiones de Habacuc nos dice de esta manera “Aunque la visión tardará aún por un tiempo...” Aunque parezca que se demora no lo es. Nunca llegará tarde. Llegará en el momento indicado. Cuando estés lista para recibir tu promesa.

Imagínate esto, si tienes hijos pequeños y le das tu carro para guiar, sería buena idea? Para nada! No saben guiar, ni lo pueden hacer. Y de hacerlo, sería un accidente hasta mortal para ellos. Pero si tu hijo ya tiene quizás 18 años y va para la universidad? Un carrito sería una buena ayuda.

Así mismo hay veces que anhelamos cosas pero aún no estamos listos para recibirlos. Si lo recibimos ahora, sería hasta mortal para nosotras. Pero en la espera crecemos, maduramos, aprendemos, y nos preparamos para poder recibir lo que tanto esperamos. Aprovecha la espera.

2. Se paciente

Espera con paciencia..” Losé. Es difícil ser paciente. Pero en la espera desarrollamos ese fruto del espíritu que es la paciencia. Esa paciencia nos lleva a bajar los niveles de ansiedad que la espera nos puede provocar. Esperamos sin desesperarnos, sin perder el control ni la esperanza. Es aquí cuando no nos rendimos o “tiramos la toalla”

La paciencia revela nuestra confianza en Dios. Si sientes que te falta la paciencia, pídele a Dios que te ayude a desarrollar y fortalecer esa área de tu vida. Pero la espera trae bendición, trae recompensa. No abortes el plan de Dios para tu vida por falta de paciencia. Permanece fiel aunque el tiempo siga corriendo.

Cuantos ejemplos podemos encontrar en la biblia de personas que tuvieron que esperar sus promesas. Abraham y Sara, Ana, José, y hasta el mismo Jesús.

3. Créelo

“.. sin lugar a dudas sucederá

Una mujer de fe cree en las promesas de Dios. Mientras espera, aunque no pueda ver, sabe que Dios esta obrando y colocando todo en el orden perfecto. Una mujer de fe mientras espera no duda que Dios cumplirá su Palabra. Créele a Dios y permanece fiel.

Mucha gente se “cuelga” en el examen de la espera. Sin entender que están cerca de ver cumplida su oración o su promesa. Nuestra fe es probada. Anhelo que todas salgamos aprobadas. Mientras me lees afirma tu fe, se paciente, y créele a Dios. Si Dios lo dijo, se cumplirá. ¿Como? ¿Cuando? No lo sé, pero sé que se cumplirá. Permanece fiel.

Un abrazo, Yanira

Diseño por mi para Inspiraciones Designs

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